sábado, 28 de mayo de 2011

Sábado postelectoral

Vuelven los sábados no monopolizados por la política, sino por tu propia agenda personal, por tus querencias individuales, ya sean de ocio, lecturas, estudios, familia, amigos o soledad. Sábados, en fin, propicios para variar rutinas, recuperar lo que aguardaba un instante de tranquilidad, desempolvar lo aplazado hasta encontrar ese hueco de prestarle atención. En los sábados la vida se calma, enlentece el ritmo frenético que no nos deja ni soñar. Por eso, al pararnos de tanto ajetreo, el sosiego nos trae a la memoria aquellas melodías de cuando los días eran larguísimos y los años eternos, y la tristeza era sólo una canción bonita. ¡Que os traiga buenos recuerdos!

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