sábado, 18 de diciembre de 2010

Almanaque Cuadernos de Roldán

Día desapacible, por el frío y la lluvia, que invitaba a quedarse en pijamas en la casa, con el infiernillo templando la habitación y una taza humeante de buen café que acompañase la lectura reposada de la prensa. Pero hoy se entregaba en el bar Dueñas, sede de la asociación, el Almanaque de Cuadernos de Roldán, una cita obligada que los “inquilinos” no podíamos perdernos. Además, la edición del presente año, según la sugerente invitación, prometía novedades al sustituir las láminas de cuadros por fotografías en blanco y negro. Había que ir.

Carlos Becerra y Pepe Aguilar seguían siendo los encargados de la administración y entregaban los almanaques a aquellos socios que los iban requiriendo, tras cotejar fielmente en el listado que todos conseguían el que les correspondía. El resto estaba a la venta para sufragar gastos.

Recogemos el almanaque que, en esta ocasión, no tiene una presentación a cargo de sus autores con la acostumbrada lectura de poemas y la proyección de las imágenes que los acompañan en las páginas dedicadas a cada mes. Al ambiente frío se unió una escasa participación y la inexistencia de ese acto formal de presentación, por lo que optamos por volvernos a casa con nuestro almanaque a buen recaudo, metido en una bolsa de plástico. Dejamos allí a Carlos y a Pepe con sus obligaciones voluntarias que, afortunadamente, son reacias a dejarse llevar por las adversidades, sean climatológicas o individuales. Me pregunto, cuando me dispongo a contemplar el Almanaque en el calor del hogar, qué será de Cuadernos y de sus poetas y pintores excelsos el día que estos dos maestros jubilados se cansen. Pero me libro rápidamente de ese pensamiento, pues me estaba dando frío, mientras leía el poema de R. de Cózar:

Y eso somos, sólo sombras, sólo eso,
sobre el tapiz líquido del tiempo,
bocetos de vivir hambrientos
o de rozarle a la vida de perfil,
siluetas al fin, soledades sobre la arena
y el viento
bajo los reflejos del sol marfil
y de color del hueso, sólo eso:
unos ecos sonoros en la memoria
y un puñado de sombras en la historia.

Cuadernos de Roldán. Almanaque, abril 2011.

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