jueves, 1 de diciembre de 2011

Empieza el último

Primer día del último mes del año. Se cierra dos mil once para abrir un nuevo ciclo aún más incierto, con mayores incógnitas que hacen de este solsticio de invierno el más frío y triste de los últimos tiempos. Se tambalea lo firme, se derrumban las certezas y las verdades se cuestionan.  Nada es lo que era y el progreso retrocede para despojarnos de cuantas muletas sujetaban nuestra aparente solidez. Es diciembre, mes de la Navidad para quien guste celebrar el mito espiritual con una alegría que no siente y con unos gastos que no puede. Preparemos las guirnaldas para alegrar nuestro pavor a un tiempo que no se detiene. Villancicos por no llorar o música para soñar. Ya lo he traído en alguna otra ocasión, pero es el apropiado para hoy: December.

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