lunes, 30 de septiembre de 2013

Cuatro años de Lienzo

Cabecera del blog en su 2ª época
Hoy se cumple el 4º aniversario de este blog, un hecho intrascendente que sólo importa a quien lo creara para volcar en él las impresiones que le despierta la realidad. Son cuatro años en los que han sucedido demasiadas cosas y se han producido innumerables cambios, a todos los niveles: personal, familiar, local, nacional e internacional. El mundo no está quieto y cada día gira para modificar las certezas que ayer aseguraban  la existencia. Es una dinámica que abruma y que, en ínfima proporción, se ha pretendido reflejar en las entradas de esta ventana virtual. Ningún asunto se ha considerado ajeno y, menos aun, aquellos que sacuden nuestra estabilidad cognitiva, sensitiva, cultural, social y también psicológica e individual.

Técnicamente, la bitácora deja mucho que desear a la hora de ofrecer productos acordes con las posibilidades que brinda la herramienta. Es una insuficiencia que reconocemos y que no aceptamos más que con preocupación. Incapaces de resolverla, a pesar de intentarlo, nos dedicamos a mantener activa la bitácora con la publicación de post de frecuencia regular, casi diaria. No siendo un medio profesional para ganarse la vida -ni se pretendía-, las obligaciones laborales cotidianas impedían una actualización diaria de su contenido. Pero casi se ha conseguido. En los últimos años se ha logrado una media de más de 200 entradas por año, lo que no es mal dato para un blog personal.

El número de visitas sobrepasa las 25.000, aunque los seguidores registrados apenas superan la decena. Si el objetivo hubiera sido disponer de un soporte para la publicidad, Lienzo de Babel ya hubiera quebrado. Sin embargo, en esta página nunca se alojarán anuncios aunque consiga millones de lectores. Su propósito es bien distinto.

Plantilla de su 1ª época
En estos cuatro años, aquí se ha expuesto lo que conmueve a su autor, en el sentido de incitarlo a “moverse”, conocer y comprender los hechos de los que es testigo como protagonista o simple espectador. Y de expresar las impresiones que ello le suscita, con la voluntad de compartirlas y cotejarlas con quienes las secundan o las rebaten. Es la única manera de mirar a un mundo regido por el azar, es decir, por causas que se ignoran y que la razón no es capaz de conocer. Sigue así una máxima que Sócrates se aplicó a sí mismo con la esperanza de que los demás la siguieran: La vida hay que examinarla, de lo contrario no merece ser vivida.

Con la humildad que corresponde, Lienzo de Babel ha pretendido reflejar el acontecer existencial de su autor, ocupándose de asuntos políticos, culturales, económicos y sociales, en general, y muy pocos de índole particular. Quizás, por ello, el mayor volumen de lecturas se produce, además de España, en Estados Unidos, Rusia y Latinoamérica. La única explicación posible es que, como en las novelas clásicas, de su trama (entradas) se extrae un retrato de la época (actual) del país. Más que la aventura de infidelidad en Ana Karenina, de la obra de Tolstoi sobresale la descripción fidedigna de su tiempo, un contexto moral y sociológico que explica las conductas de los personajes. Del mismo modo, estas páginas podrían servir para conocer, de alguna manera, nuestro tiempo actual, el que nos ha tocado vivir. Aquí no se revelan secretos que interesen a potencias extranjeras, sino vivencias que ofrecen el sentir y las preocupaciones de al menos un ciudadano: quien esto escribe.

En cualquier caso, la iniciativa que Lienzo de Babel emprendió hace cuatro años tendrá continuidad. Independientemente de su utilidad instrumental, su mayor logro ha sido la capacidad de comunicar con esos “babilonios invisibles” que constantemente rastrean sus páginas. Si algo merecería la pena celebrar de estos cuatro años, será esa atención y confianza que ellos depositan en un blog tan poco “espectacular”. Gracias.

2 comentarios:

Juan Pablo Bellido dijo...

Enhorabuena por esta efeméride. No estoy de acuerdo en que el blog no sea espectacular. Los elementos de artificio son eso, florituras que nada añaden al fondo que, en este caso, es muy sustancioso. Felicidades, Dan!

Daniel Guerrero Bonet dijo...

Gracias, Juan Pablo: se nota que la amistad tiene mayor peso que la imparcialidad en tus juicios. Es un detalle a tu favor. Gracias.