domingo, 9 de octubre de 2011

La piedra patognomónica de Extremadura

Visitar Cáceres es viajar a un pasado medieval de conquistadores, castillos y ciudades amuralladas. Un tiempo de hombres duros como el granito con el que se construían fortalezas, empedraban calles y esculpían una identidad pétrea útil para la defensa, de tal manera que la piedra se ha convertido en signo patognómico de estos burgos extremeños que hoy nos maravillan por su solidez silenciosa y estoica. Basta recorrer cada rincón, doblar cada esquina y contemplar desde cualquier atalaya almenada el paisaje de lomas y vegas de unos campos todavía próximos, para adentrarse en la historia que la piedra ha labrado en estos lugares donde el tañer de campanas continúa convocando tras los tejados y al que las cigüeñas no han dejado de regresar durante siglos. Sirvan estas fotografías como invitación para dejarse seducir con lo que caracteriza a estas impresionantes ciudades de Extremadura: la piedra patognomónica de Cáceres y Trujillo.



 

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