viernes, 29 de julio de 2011

Nacidos para correr

Se inicia el último fin de semana de unas vacaciones en las que se ha pretendido atrapar el tiempo para que las promesas de los días no resultaran suspiros. Unas semanas llenas de ilusiones que, de tanto desearlas, sólo queda el recuerdo de su fugacidad y pérdida. En estas horas finales asumimos que no es el tiempo lo que se escapa, sino la vida. Transitamos los días creyendo que transcurren hacia el futuro e iniciamos una carrera en su persecución, cuando somos nosotros los que estamos condenados al ocaso. Nacimos para correr porque nos empeñamos en huir de un destino tan claro como rechazado, en el que cada día es un logro inmerecido. Con nuestra loca carrera pretendemos retenerlos. Es baldío pero los amaneceres se impregnan de la belleza de un reto: apurarlos.


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