viernes, 5 de abril de 2013

Política virtual, periodismo irrelevante


 
Estamos cayendo por el tobogán del vertedero, el que nos conduce, en el ejercicio de la política y en la labor fiscalizadora del periodismo, al simulacro de la política y a la irrelevancia sumisa de los medios. Estamos perdiendo los papeles y el respeto. Unos y otros. Se pierden los papeles cuando la política elude los problemas –se niega hasta citar nombres incómodos- y las preguntas de quienes debían rastrear los hechos hasta encontrar la verdad que se desea soslayar, y se falta el respeto a los ciudadanos, electores y lectores de medios de comunicación. La política virtual, para que sea posible, necesita de la complicidad acrítica de los medios, los cuales simulan una información que no es más que el dictado de un mensaje enlatado y codificado por el emisor virtual. Unos y otros engañan a la población a la que eluden, espantan a los ciudadanos de los que se mofan de manera tan burda y renuncian al ejercicio real, honesto y útil de unas vocaciones o profesiones que eligieron voluntariamente. Una sociedad que permite esta tomadura de pelo de la política y del periodismo es una comunidad gravemente enferma, que no es capaz de reaccionar ante la afrenta que le hurta la exigencia de responsabilidades y la capacidad de adquirir los conocimientos precisos para orientarse y guiar su futuro. Si ningún medio se planta, como era su obligación, yo me niego a comentar lo dictado por una pantalla. Me da asco esta imagen de política virtual y periodismo irrelevante, me repugna como ciudadano y como periodista. ¡Puaf!

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