viernes, 2 de noviembre de 2012

Halloween

No existe diálogo de civilizaciones, sino dominación de unas sobre otras, imposición de los intereses del conquistador sobre los pueblos sometidos, la colonización en toda la extensión de la palabra aunque no se invadan físicamente, hoy día, los territorios. Halloween es el penúltimo ejemplo de ello. La festividad religiosa de Todos los Santos se transforma, por obra y gracia del “negocio”, es una oportunidad para “importar” la celebración marcadamente mercantil del Halloween norteamericano, con toda su parafernalia de fiestas, disfraces y diversión que resultan sumamente rentables. Y lo que era una costumbre para recordar a los seres queridos desaparecidos se sustituye por un entretenimiento consumista que olvida a los familiares muertos. Se subvierte el carácter religioso por el pagano, no por voluntad de los celebrantes, sino por mentalización imperialista, que obliga a abandonar las propias costumbres para asumir las ajenas impuestas.

El imperio norteamericano extiende su modelo social y sus costumbres a todas sus colonias tras haber depredado y controlado los recursos y riquezas de aquellas. La penetración americana es colosal en todos los aspectos, siendo el cultural el que “fertiliza” sus inversiones en el exterior, homogeneizando ideológicamente las costumbres de los pueblos sobre los que hace sentir su influencia. Esa penetración abarca, como ya revelara Manuel Vázquez Montalbán en su libro La penetración americana en España*, los campos tecnológico, económico, político y militar, pero también el cultural, a través del cual se inoculan valores favorables a sus intereses, “valores y significaciones que terminan no sólo por sustituir los derivados de la propia tradición histórica y cultural, sino incluso sustituir o impedir la formación de valores y significaciones derivados de las auténticas necesidades históricas populares” (Ob.cit., pág. 377).

Esta “americanización” de España no es un fenómeno nuevo en la historia del mundo. El antiguo imperio romano realizó una “romanización” de sus conquistas hasta que un nuevo imperio impuso sus propios valores. El cine norteamericano, la literatura y la “archicultura pop” forman parte, entre otros, de ese formidable mecanismo de “americanización” que transforma el mundo en una réplica exacta del american way of life, en el que nos reconocemos tras haber olvidado o perdido previamente nuestra propia identidad.

Este colonialismo ideológico, que nos desvincula de nuestras referencias históricas, tiene éxito no por ofrecernos una cosmovisión más completa y convincente del mundo, sino por la potencialidad económica que tiene para introducirse en nuestra cultura, a la que desplaza hasta hacernos cambiar de hábitos, costumbres. ideales y valores. Tanto es así que ya no vamos a los cementerios a limpiar los nichos donde reposan los restos de los abuelos, sino que nos disfrazamos de vampiros para repetir como posesos: “truco o trato”, sin que ni siquiera sepamos a qué viene la pregunta.
 
_____________
*Manuel Vázquez Montalbán, La penetración americana en España, Editorial Cuadernos para el Diálogo, Madrid, 1974.

No hay comentarios: