jueves, 22 de noviembre de 2012

Esquivando incertidumbres


Sorteamos incertidumbres cual soldado que intenta esquivar las balas: ignorando de dónde proceden y sabiendo que cualquiera puede alcanzarte sin verla venir. Así procuramos afrontar los días cavando trincheras que nos cobijen de una intemperie en la que reinan las dudas y los temores. Ante la imposibilidad de escrutar lo que se oculta más allá del horizonte, nos adaptamos a una vida en la que el futuro es tan tenebroso como un frente de batalla y menos fiable que un campo de minas. Sólo el hoyo en que cada día logramos resistir nos permite sortear las incertidumbres con la esperanza de permanecer vigilantes y tensos, al acecho de las amenazas que acompañan al día y la noche. Cada amanecer es un triunfo y un miedo nuevos que nos deja exhaustos y al borde de la derrota. Algunos tiran la toalla, pero los demás continuamos esquivando los desasosiegos del existir, aplastados por el presente que nos ha tocado vivir.

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