domingo, 20 de abril de 2014

Resucita la normalidad


Este domingo resurge la normalidad en las rutinas cotidianas, incluso retorna el tiempo gris de los días nublados para recordarnos que resucitan las lluvias que ensucian el cielo y vuelve el recogimiento intimista de unos ojos esquivos tras los ventanales que contemplan el mundo y miran hacia su interior para intentar comprenderse. Por fin acaba la semana exhausta de un verano adelantado y de una exhibición supersticiosa, cargada de cruces y amuletos, que invadieron lo público y lo privado en completa demostración de intransigencia excluyente. Dejamos de ser masa dirigida para ser individuos que se extasían con lo pequeño e insignificante en vez de con lo masivo e imponente, por impuesto. Hoy celebro la resurrección de la normalidad en un día que también se comporta con normalidad, nublado y gris. Gracias a Dios.

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