viernes, 4 de mayo de 2012

Vientos que voltean al ser

Dos actitudes doblegan nuestra voluntad: o nos dejamos atrapar por la mirada intimista que sólo percibe el alma que se lamenta entre los barrotes de la realidad o nos convertimos en la crónica categórica de los episodios cotidianos que trivializan la existencia. Son dos vientos que voltean la veleta de nuestras aspiraciones a su antojo y nos orientan tanto a la introspección más honda como al encuentro de un mundo exterior que descubrimos inmenso y poderoso. Entre esos impulsos se mueve la voluntad que inspira la búsqueda del ser dentro y fuera de las fronteras que limitan lo orgánico y lo congnitivo. La poesía y el conocimiento son el fruto de ambas inclinaciones y el sustento que las estimula. Sobre todo en días tan impredecibles como estos en que la lluvia se empareja con el sol, alternando cielos plomizos con rayos de luz que traspasan la opacidad sucia de las nubes. Días de mayo que se asemejan a nuestra dual manera de ser y a su desasosiego esperanzado.

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