sábado, 16 de mayo de 2015
Muere un rey, sobrevive su música
Acaba de fallecer B. B. King, un enorme músico que, a los adolescentes
españoles desconocedores de la música negra, blues o jazz, nos abrió las
entendederas para otros sonidos, otras melodías, otras cadencias. Nos ayudó a
explorar algo más allá del rock y el pop en los tiempos hormonales de irrefrenables
impulsos en guateques y discotecas. Sus punteos de guitarra en baladas tristes nos
hacían sentir la pena tierna, la añoranza de lo perdido, la profundidad oscura
de nuestros corazones sufrientes. También la alegría, la paz de la soledad y la
belleza de una nota musical que rompe el silencio y nos comunica
estados de ánimo y sentimientos. Muere un rey de la música negra, desaparece
B. B. King, pero nos deja su música y el recuerdo de su simpatía.
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