Un nuevo escándalo emerge del sumario de un juzgado de Sevilla en el que la instructora admite evidencias de irregularidades y falta de rigor en la adjudicación de las Minas de Aznalcóllar a determinada empresa mexicana. Es la enésima muestra de una corrupción que se halla incrustada en el sistema político e institucional español, infectando a todas las administraciones y todas las formaciones políticas en menor o mayor grado. A pesar de todas las promesas de erradicar un mal generalizado que desangra los recursos del país y la confianza de los ciudadanos, ninguna medida ha conseguido limpiar el cuerpo corrupto de la política en España, que sigue supurando casos que denotan la gravedad del mal que lo aqueja.
Las manifestaciones de la enfermedad son tan evidentes que
ningún síntoma nuevo causa sorpresa, por mucho que incida en alertar del
deterioro imparable en el que se halla la organización social parasitada. Estos
son, en un resumen que no pretende ser exhaustivo, algunos los episodios de esa
corrupción que no cesa y nos devora:
Operación Púnica:
Tráfico de influencias, prevaricación y fraude fiscal que lleva a la cárcel a
Francisco Granados, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, y tiene imputados a más de
cincuenta personas de aquella Comunidad.
Caso Pujol:
Escándalo protagonizado por el expresidente de la Generalitat de
Cataluña, Jordi Pujol, y su familia por enriquecimiento ilícito, tráfico de
influencias, evasión de dinero, fraude fiscal, etc.
Caso de los ERE:
Irregularidades en los expedientes de regulación de empleo y otras ayudas a
parados y empresas en dificultades por parte de la Consejería de Empleo de
la Junta de
Andalucía y en el que están presuntamente implicados los expresidentes Manuel
Cháves y José Antonio Griñán, además de otros altos cargos del Gobierno andaluz.
Caso Gürtel:
Trama de corrupción ligada al Partido Popular de Madrid, Valencia y Galicia por
prevaricación, malversación de caudales públicos y tráfico de influencias, en
el que están imputados exalcaldes, exdiputados y decenas de políticos y
empresarios.
Caso Bárcenas: Es
una pieza separada del anterior por el que están imputados los extesoreros del
PP por financiación ilegal del partido, soborno y fraude en las adjudicaciones
públicas.
Caso de las Tarjetas
Black: Despilfarro y fraude a Hacienda con dinero de Caja Madrid por parte
de su cúpula directiva, a pesar de ser una entidad que, fusionada en Bankia,
necesitó ser rescatada con fondos públicos.
Caso Noós:
Trafico de influencias, malversación de dinero público y fraude fiscal que
afecta a la hija del rey, la infanta Cristina, y su marido Iñaki Urdangarín,
entre otros.
Caso de los Cursos de
Formación: Irregularidades y fraude en las partidas presupuestarias
destinadas a las políticas activas de empleo de la Junta de Andalucía,
desviadas a centenares de empresas e intermediarios y en el que están
implicados gestorías, sindicatos y organizaciones empresariales, y con
ramificaciones en Cádiz, Málaga, Almería y Granada.
Caso Palma Arena:
Sobrecostes en la construcción de este velódromo de Palma de Mallorca, durante
el mandato de Jaume Matas, imputado por prevaricación y fraude a Hacienda.
Caso Palau:
Tráfico de influencias y expolio del Palacio de la Música de Barcelona y que
afecta al partido CDC por presunto cobro de comisiones.
Caso ITV:
Cohecho, prevaricación y tráfico de influencias en la concesión de licencias de
ITV en Cataluña, en el que está imputado Oriol Pujol y empresarios catalanes.
Caso Pokémon:
Trama de corrupción con las contratas municipales que afecta a políticos y
empresarios de Galicia, Asturias y Cataluña.
Caso Mercasevilla: Cohecho
y amaño en concurso público para la cesión de terrenos a terceros en el mercado
central de Sevilla, en el que están imputados directivos y políticos
socialistas durante el mandato del alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín.
Caso Dívar: El
expresidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, se sufragaba
sus escapadas a la Costa
del Sol a cargo del presupuesto de la institución, por lo que tuvo que dimitir.
Caso Brugal:
Soborno y tráfico de influencias en concursos públicos para la gestión del
servicio de basuras en Alicante.
Y así hasta perdernos en los tiempos inaugurales de la democracia, cuando
surgieron casos como los de Gestcartera,
Gal, Naseiro, del Nilo, y muchos otros.
En la actualidad, más de 2.000 imputados y cerca de 200
casos abiertos, sujetos a investigación por parte de la Justicia , demuestran que
el mal de la corrupción no cesa y se extiende por todos los partidos,
organizaciones sindicales y empresariales e instituciones del Estado. Por si
fuera poco, acaba de aparecer el caso de las minas de Aznalcóllar para poner en
evidencia que ni la supuesta transparencia, la regeneración democrática y los golpes
de pecho de quienes debían velar por la honestidad y el rigor en el desempeño
de la dedicación pública y la gestión que se realiza con el dinero de todos eran
tan sinceras como parecían ni tan profundas como decían. Y, así, hasta el próximo
escándalo que surja, inmunizándonos de las sorpresas e inoculándonos la
desafección y la tendencia a los populismos. ¿Hasta cuándo?
Caso prótesis: Por dinero, se juega hasta con la salud de los ciudadanos. En Tarragona, un juez ha imputado a Teresa Gomis (primera teniente de alcalde, de CiU), al propietario de una empresa de prótesis óseas, Lluís Márquez y a media docena de “enchufados” de la empresa municipal que dirige el hospital Sant Joan, por un delito contra la salud pública al “aconsejar” la munícipe que se adquieran las prótesis caducadas de aquella empresa, lo que ha afectado a centenares de pacientes que presentan incapacidades, molestias y dolores con las piezas implantadas. Varias decenas de ellos han vuelto a ser intervenidos para sustituirles las prótesis obsoletas.
Actualización
Para colmo de la golfería, dos guindas coronan, hasta hoy,
las prácticas corruptas en el país de la picaresca y la inmoralidad:
Caso Rus: Ese
alcalde de Játiva (Valencia, dónde si no), Alfonso Rus, grabado contando dinero
en el interior de un coche (“tres mil, siete mil, doce mil…”), que tiene la
desfachatez de presentarse a las próximas elecciones para seguir cobrando
comisiones y malversar el presupuesto de la alcaldía y la diputación a cambio
de adjudicaciones y demás chanchullos que permiten saquear las arcas públicas.
Caso prótesis: Por dinero, se juega hasta con la salud de los ciudadanos. En Tarragona, un juez ha imputado a Teresa Gomis (primera teniente de alcalde, de CiU), al propietario de una empresa de prótesis óseas, Lluís Márquez y a media docena de “enchufados” de la empresa municipal que dirige el hospital Sant Joan, por un delito contra la salud pública al “aconsejar” la munícipe que se adquieran las prótesis caducadas de aquella empresa, lo que ha afectado a centenares de pacientes que presentan incapacidades, molestias y dolores con las piezas implantadas. Varias decenas de ellos han vuelto a ser intervenidos para sustituirles las prótesis obsoletas.
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