El mundo era un lugar inexplorado e inmenso que España contribuyó a conocer. Se empeñó en navegar hacia el Oeste para alcanzar el Este y, por un error en las dimensiones del globo, descubrió América en medio del mar. Pero no se detuvo ahí. Exploró aquellas tierras nuevas y las convirtió en escala hacia su soñado objetivo: llegar a las especias de Asia. Conquistadores y navegantes buscaban una ruta alternativa a la del Cabo de Buena Esperanza que los portugueses controlaban. Fue el extremeño Vasco Núñez de Balboa quien, deseoso de encontrar fortuna, descubrió las aguas de un nuevo océano, al que llamaron, en su ignorancia, Pacífico.
Siempre es satisfactorio adquirir conocimientos que nos
desvelan la realidad de las cosas. Pero mucha mayor es la satisfacción que esos
conocimientos nos proporcionan cuando proceden de la gente y la historia de la
que formas parte, de los antepasados que una vez hicieron de tu país un imperio
que iluminaba con sus proezas un mundo nuevo.
Pacífico, la Aventura de la Mar del Sur es una
exposición que saca a la luz la memoria que se guarda en el Archivo General de
Indias de Sevilla y que revela cómo, en menos de cien años, España trazó nuevas
rutas oceánicas y transformó un temible e ignoto mar en una vía de comunicación
para el comercio, la cultura y las ideas. También para el drama y las guerras.
Se trata de un rico patrimonio documental del Pacífico
español que, gracias a esta exposición, tenemos la oportunidad de admirar y
conocer. Y de valorar el titánico esfuerzo, hasta la extenuación, realizado por
aquellos navegantes españoles para cartografiar una aventura que les llevó no
sólo a América por casualidad, sino hasta
China y Japón, circunnavegando el mundo por esos caminos que no son sino
estelas en la mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario