Arsenal del francotirador |
Demencias semejantes, que banalizan la violencia y la
muerte, abundan entre las personas que nos cruzamos por la calle sin que nos
causen alarma ni especial preocupación. Estamos inmunizados de tantas barbaridades
y desvaríos que los consideramos normales en los tiempos que corren. Desde levantar
muros en la frontera para impedir la inmigración, facilitando que muchos fallezcan
en el intento, hasta obligar que sean las víctimas las que paguen los efectos
de una crisis económica, condenándolas a la pobreza y la marginación, son
algunos de ellos. O que los tribunales fallen que los usuarios asuman los gravámenes
que corresponden a los especuladores financieros. Incluso que los
independentistas exijan disculpas al rey de España por recordarles el respeto que
deben a la Constitución que todos nos dimos.
Por eso, que ahora salga un loco anunciando su voluntad de
provocar un magnicidio por el traslado de una momia, apenas causa perplejidad,
salvo por el hecho de errar el tiro. El tiro de la justificación... y el de la
bala, gracias a Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario