Pero la letra no era tan chispeante como la música. Papa was a rollin´ stone hablaba de un
niño que pregunta a su madre sobre la mala fama que tenía su padre, muerto un 3
de septiembre (primera estrofa de la canción). Y tal historia, desde entonces, me
hace recordar al mío, ya también fallecido, pero que, al contrario del de la
canción, nunca fue un trotamundos. Desde entonces, cada vez que la escucho y
nada más comenzar las primeras notas del bajo, asocio esta canción al recuerdo
de mi padre pero por un motivo inverso, porque mi papá no fue nunca un bala
perdida, sino un padre serio y formal hasta el día de su muerte, y al que sigo echando de menos. Y hoy, cuando
descubro versiones tan dignas como la original, no puedo menos que emocionarme como
el primer día al escuchar, por enésima vez, esta increíble canción que me sigue
trayendo la memoria de mi padre. Disfruten esta versión de Daryl y Train.
viernes, 6 de octubre de 2017
Papá no fue un bala perdida
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