Américo Vespucio, que legó su nombre al Nuevo Mundo, no
participó en su descubrimiento, pero reconoció la existencia de unas tierras
nuevas y fue el primero en describirlas y darlas a conocer en Europa. Cuando se
conmemora la efemérides de Magallanes y Elcano de dar la primera vuelta al
mundo en barco, no está de más conocer las circunstancias, casualidades y
malentendidos que explican el extraño error de bautizar al Mundus Nuvus como América y no Colombia, en honor a Cristóbal Colón, su descubridor, como hubiera sido lo lógico. Un librito de Stefan Zweig, Américo Vespucio, relato de un
error histórico*, aclara los hechos y comprueba que quien los narra o los
explica puede resultar más importante para la posteridad que quien los llevó a
cabo.
*Stefan Zweig, Américo Vespucio. Relato de un error
histórico. Editorial Acantilado. Barcelona, 2019.
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