Si se pudiera hacer un puzzle con aquellas imágenes representativas
de este año que hoy finaliza, bien podría resultar el siguiente. Imágenes de una
España en la que los ricos disfrutan indiferentes de la abundancia y los pobres, cada vez más
pobres, se ven obligados a encaramarse a las vallas de la desigualdad y la marginación. Ante esta
terca realidad de infortunios (para vivir y para ejercer derechos) por obra y
gracia de interesadas decisiones políticas y no a causa de catástrofes naturales, como es exponer a la sociedad española a una nueva y mortal enfermedad aquí inexistente en vez de combatir el foco y las condiciones que la propagan, el
presidente de Gobierno se muestra exultante de optimismo por una recuperación y
un "despegue" de España -con seis millones de personas en paro y miles sin cartilla sanitaria-, que sólo él y
los privilegiados de la sociedad perciben. ¡Benditos sean los ojos que ven
vestida esa maldita realidad desnuda!
No hay comentarios:
Publicar un comentario