Olvidas pronto los recelos culturales con los que accedes al
teatro para admirar la impresionante profesionalidad de unos músicos que no se
limitan a interpretar conocidas melodías mil veces oídas en discos, radios o
películas, con el particular swing que les caracteriza, sino también a disfrutar
del espectáculo con que acompañan sus actuaciones. Quedas subyugado por la
habilidad de unos artistas que no permanecen hieráticos tras los atriles donde apoyan
las partituras, sino que buscan un dinamismo expresivo con el espectador,
mediante movimientos simétricos entre ellos e, incluso, paseándose entre el público,
sin dejar de tocar sus instrumentos. Demuestran una elevada calidad como músicos
y una innegable capacidad para el show,
en el sentido artístico de la palabra.
Aunque no formen parte de las preferencias personales, la Glenn Miller Orchestra no defrauda a quienes no tienen
empacho en reconocer la calidad de aquellos estilos ajenos a los gustos de cada
cual, siempre que se sepa valorar la música. Y estos músicos interpretan
magistralmente buena música, guste o no guste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario