Espigas de Sevilla
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Foto: Loli Martín |
Está agonizando abril y mayo germina ya en los rosales que colorean una
ciudad devota de las flores. En los arriates y parterres que orlan avenidas, plazas y
jardines brotan estampas floridas que imprimen belleza a la gris monotonía sucia
del asfalto y el cemento. Y se llena de vida, delicada como suaves pétalos de
rosas, el alma inanimada de una ciudad en la que se yerguen, tal vez por su encantamiento
vegetal, las colosales espigas de unos monumentos que eternizan la
floración estacional que emulan esos capullos pétreos y cerámicos que
acompañan a la Giralda
en el horizonte urbano. Son las espigas siempre floridas de Sevilla.
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