No es habitual asistir a un concierto de jazz en un salón
pequeño, de no más de 60 personas, en el que la música podía escucharse sin
necesidad de ser amplificada por altavoces, sino directamente desde cada
instrumento, pudiendo distinguirse claramente su voz y la habilidad ejecutoria
de los artistas. Así fue como se pudo disfrutar del concierto de Jazling
Quartet, un cuarteto de virtuosos músicos, que ofreció la Fundación Unicaja
en su sede de Sevilla, como si estuviera destinado a unos pocos escogidos,
amantes de la calidad y la novedad.
Jazling Quartet puede considerarse una novedad en
tanto no es conocido por el gran público ni sus discos abundan en las tiendas,
pero su calidad es incuestionable no sólo por la formación académica de sus
miembros, sino por la sólida trayectoria artística de un grupo de renombre en
la escena andaluza y nacional. Está integrado por Lorenzo Triviño (violín), Juan
Ramón Veredas (piano), Marcus Schneider (contrabajo) y Pedro Valdivieso (batería),
músicos eclécticos que saben combinar, con maestría y soltura, la música
clásica con el jazz, el blues, el tango o el swing.
Y eso fue lo que regalaron a los oídos de los privilegiados
que asistieron al concierto: la perfecta fusión del jazz con temas
clásicos del pianista francés Bolling y arreglos de temas del jazz más universal, interpretados con
la exquisitez y la elegancia de unos músicos prodigiosos, que nos dan a conocer la dialéctica entre la música clásica y la frescura del jazz. Un aforo reducido y
una duración breve -apenas una hora-, convirtieron la velada cultural en un
aperitivo musical que dejó a todos con la miel en los labios y ansiosos de que Jazling
Quartet vuelva a deleitarlos con su enorme profesionalidad y talento. ¡Que sea pronto!
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