viernes, 14 de agosto de 2020

Música para volar

Uno de los sellos discográficos más mimados y exquisitos de mi fonoteca es Windham Hill Records, al que pertenecen artistas tan desconocidos como virtuosos, como  William Ackerman, Mark Isham, Michael Hedges y mi idolatrado George Winston, entre otros pocos. Son músicos heterodoxos y sublimes -guitarritas y pianistas, sobre todo-, capaces de disponerte a filosofar sobre la inverosimilitud del universo y la insignificancia del ser, es decir, cuando nos entregamos a divagar en las musarañas en días tan anodinos, como hoy o cualquier otro, en que olvidamos las preocupaciones y nos entregamos a la nada.

Precisamente, para no extraviarnos en la infinitud de nuestras pendencias, el guitarrista Micheal Hedge nos recuerda esos límites aéreos en su álbum Aerial Boundaries, con el que nos deja hechizados con su capacidad para arrancar tantos sonidos a su guitarra hasta conseguir melodías extrañas, pero inquietantemente hermosas. Una música evocadora para momentos de plácida contemplación de uno mismo y sus circunstancias, que hace las delicias a los melómanos de la música no comercial. Búsquenlo y disfrútenlo. ¿Tiene algo mejor que hacer?


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