miércoles, 15 de julio de 2015

15 días no son nada

Pero dan para mucho. Sirven para descansar, romper con la rutina, alejarse del fragor de lo cotidiano y reponer fuerzas con las que afrontar otro curso. 15 días dan, si te lo propones, para alimentar la ilusión de nuevos proyectos y retornar, quizás tan agotado como antes, pero luciendo la camisa blanca de la esperanza para batallar con los problemas y los obstáculos del camino, ese que recorremos en solitario y el que hacemos colectivamente en sociedad. 15 días de vacaciones son pocos y son muchos, depende de cómo se consuman, convirtiéndolos en un suspiro o una eternidad. En cualquier caso, constituyen una interrupción momentánea y necesaria, tanto para quien esto escribe como para quien lo lee. Por tal razón, Lienzo de Babel ruega paciencia y comprensión: este blog y, sobre todo, su autor no pueden sustraerse de las costumbres y toman vacaciones. Breves y oportunas. Serán sólo 15 días. A buen seguro, muchos lectores y seguidores lo agradecerán. Otros, nos echarán de menos. A todos, un aviso: dentro de 15 días volvemos. No es una amenaza, sino una promesa. ¡Buen y placentero verano para unos y otros! ¡Hasta pronto!


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