jueves, 22 de junio de 2017
Feliz verano
Ya estamos, desde ayer, oficial y astronómicamente en verano, aunque el calor hace tiempo que se adelantó en el calendario. Y ya estamos todos deseando tomar las merecidas vacaciones veraniegas para engañarnos con un descanso que no es tal, una desconexión de las rutinas que tampoco es completa y unas ansias de felicidad que suelen frustrarse, la mayor parte de las veces, con los inconvenientes que también trae consigo esta estación calurosa y excesivamente lumínica. Una luz que, sin embargo, ya ha comenzado a menguar. Aunque ayer fue el día con más horas de luz del año, es curioso que con el verano empiecen los días a ser imperceptible pero progresivamente más cortos, hasta que a mediados de agosto nos sorprendan esas tardes lánguidas que contagian nostalgia con una luz mortecina que nubla el horizonte. Y es que, nada más empezar, ya estamos temiendo el final de un verano en el que, año tras año, depositamos esperanzas inútiles y sueños baldíos que casi nunca se cumplen. Pero la promesa permanece intacta como un boleto de lotería que cada verano nos invita a participar en esta ilusión colectiva con la que alguien, en algún lugar en durante algún momento, cree que acaricia la felicidad. Que paséis un buen verano. Os lo merecéis.
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