Conocí a este músico gracias al documental de Fernando
Trueba, en el año 2000, Calle 54,
junto a otros que también figuraron en el mismo y que me dejaron impresionado
por su forma de interpretar y hacer música. Salí del cine directamente a
comprar el doble “compact-disk” con las melodías de aquellos autores, entre los
que se hallaban Paquito de Rivera, Eliane Elías, Michel Camilo, Bebo y Chucho
Valdés y, como maestro de ceremonias y narrador con su trompeta de los créditos
finales, Jerry González.
Me cayó simpático con ese hablar español tan reconocible en
los latinos con acento inglés del Bronx, ese “nuyorrrican”, y por el dominio de
sonoridades de su trompeta. Aquel documental le deparó un enorme éxito en
España, país al que se trasladó a vivir y donde participó en numerosos
festivales de jazz y no se abstuvo de frecuentar salas y garitos para dejar
fascinada a la concurrencia. Aquí colaboró con los grandes del flamenco, como
Paco de Lucía, Diego el Cigala, Niño Josele o Enrique Morente. Incluso llegó a
formar el grupo “Jerry González y los Piratas del Flamenco” con el que
expresaba su interés en la fusión del jazz con el flamenco. Tenía ese punto de
excentricidad mezclado con el virtuosismo musical propio de los genios. Ya sólo
podemos escucharle en los discos, como esta pieza, Cómo fue, junto al pianista Chano Domínguez. Su desaparición nos impide seguirlo con el detenimiento que merecía. Descanse en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario