Hoy comienza, oficialmente, el invierno, no por el frío, que éste hace días que está campando por cumbres y valles, cubriéndolos de blanco para deleite de esquiadores y amantes de las postales, sino por precisiones astronómicas que fijan el momento exacto (a las 5 horas 48 minutos de hoy, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional) en que la posición del planeta con respecto al Sol determina el inicio de la estación. Tras un otoño que comenzó veraniego y ha acabado invernal, el invierno arranca con buen pie. Se han alejado las tormentas que han regado con excesiva abundancia algunas zonas del país, causando destrozos y muertes, y llegan días soleados que ayudan a combatir el frío con alegría y buena disposición. Además, llega el invierno con dos buenas noticias para la población en general, salvo para banqueros y empresarios de la energía.
Por un lado, el Tribunal de Justicia de Europa sentencia que
los bancos han de devolver lo cobrado de más por una cláusula abusiva en los préstamos hipotecarios con interés variable. Esa “cláusula suelo” que impedía bajar el
interés cobrado al cliente aunque bajara el referencial al que estaba ligado se
ha fallado ilegal. Aparte de la alegría para millones de personas hipotecadas
hasta las cejas, se trata de un varapalo para la justicia española, que había
dado la razón a los bancos en todas las instancias, incluida la del Tribunal
Supremo. ¿Será el invierno el que ha procurado la buena nueva a las hipotecas,
eliminando ese robo legal, a todas luces injusto? Será.
También podría ser el invierno el que ha hecho que el
Gobierno, antes renuente a atender estas peticiones, se avenga ahora, cuando
está en minoría en el Parlamento y necesita pactos hasta para saludar, a
legislar para evitar que las eléctricas corten la luz a las familias que, por
su situación de especial desventura (llamada pobreza energética), no pueden
pagar el recibo de la luz, justamente cuando más falta hace la corriente
eléctrica para combatir el frío. Ahora aprueban esa medida patrocinada por los
socialistas, nacionalistas y el partido Ciudadanos. A la extrema izquierda,
cogida fuera de juego, le parece insuficiente y no la apoyan. Prefieren que el
frío siga cobrándose vidas de infelices que se alumbran con una vela. ¿Será el
invierno el que obliga al Gobierno a ser sensato? Será. Pues, bienvenida sea
esta estación que arranca con buen pie. Y es que el invierno no siempre resulta
desagradable. También tiene su encanto y belleza. Disfrútenlo.
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